domingo, 6 de marzo de 2011





Sólo una cuerda vibrando entre nosotros.
Clavo mis ojos en los tuyos, no sabes cómo duele saber que no puedo tenerte. Quieres besarme, y sonrío en el dominio del deseo: música convertida en potencia impetuosa que arrastra palabras en acto, sonidos en provocación aceptada. los próximos minutos serán deleite de vida, advertimos. robaremos la sangre del que no la tiene y jugaremos con ella hasta convertirla en lágrimas cristalinas, en escalofríos resentidos del atormentado. Sobran vuestras satisfacciones inconstantes, porque sólo nosotros intuimos el arte de transformar lo nuestro en tuyo.
Y aún así, desde la distancia que nos imponemos, siento tu alma cada vez más cerca de la mía. Sofoco la voluntad de rendirme a ella, e imagino la tensión que censurará contratiempos, adulando la futura semilla del éxtasis. Canalizamos la suspensión energética de la atmósfera, acaparamos anhelos caprichosos que murieron aplazados en esta opresiva rutina, y asediamos placer y existencia ajenos con el atrevimiento de dos cuervos saltando entre vidrio, arrullando emociones cuarteadas, apurando el boceto del dolor por su conmoción en el desenlace. 
Asustada al borde de mi esencia, me estremezco con la sensación de no saber quiénes somos. Envuélvela en tranquilidad, como sólo tú sabes hacerlo, y dejemos que se derrame en un compás desafinado...
Se ilumina el escenario. Aprendemos a viajar por rosas enmohecidas y frutos etílicos. No soy. No eres. Ni siquiera somos. 
Tiritamos en público, protegidos por el anonimato de las sombras en tus dedos.

Sólo hay susurro.
Sonando,
temblando.

Cantamos de madrugada en claves escondidas, indescifrables, encantadas en lascivia. Este instante, en una convulsión.
Somos calor que se desprende
en velas encendidas,
mesas redondas,
luces fundidas y errantes,
camareros desorganizados,
que saltan la razón del cliente para desafiar por inevitable erotismo.

Y quedamos nosotros.
Sonando,
temblando.

4 comentarios:

  1. Precioso e intenso alegato a los instantes que permanecen. Tus palabras saben muy bien dónde se esconden los secretos. Me gusta mucho tu forma de escribir.

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  2. Guau, me encantó. Super buena la entrada. Te sigo

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